Emiliano Zapata Salazar 1879-1919, el Caudillo del sur, fue uno de los líderes militares más importantes durante la Revolución Mexicana que protagoniza desde 1910, encarnó la lucha por la mejora de condiciones en las clases menos favorecidas. Sus principios y propuestas siguen siendo hoy en día un punto de referencia básico en gran parte del campesinado mexicano.

La fundación de la Preparatoria Popular Emiliano Zapata, tuvo que ver con las inquietudes del movimiento estudiantil de 1968 de nuestro país, en donde los universitarios, basaron la fundación de las escuelas Preparatorias Populares, en reclamo a la educación de un gran número de estudiantes, que eran rechazados por falta de cupo en las escuelas establecidas.
Este tipo de demandas, abanderadas por el principal partido de oposición que era entonces el Partido Comunista Mexicano (PCM), fueron aceptadas por los estudiantes de las clases populares, quienes se afiliaron en gran número, formando los comités de lucha y células de éste y otros partidos de izquierda, como el Partido Maoísta Mexicano, el Partido Revolucionario de los Trabajadores; todos se organizaron de forma eficaz no sólo en el D.F., sino en los diferentes estados de la República.
En Puebla, el PCM logró un gran auge, y en coordinación con grupos sociales de estudiantes rechazados y padres de familia, lucharon por el acceso a la educación media superior.
A fines de la década de los sesentas, la Universidad Autónoma de Puebla tenía una junta administrativa como forma de gobierno, no existía un rector. Dicha junta, actuaba dentro de la Universidad en cooperación con el gobierno, auspiciada por los grandes empresarios de la ciudad y del estado, su principal planteamiento en materia de educación era no permitir el crecimiento de la matrícula tanto en el nivel superior como en el medio superior.
Para estos tiempos la Universidad, sólo contaba con la preparatoria “Benito Juárez” diurna y nocturna, pero la demanda por la educación media superior de esos años, la superaba con las pocas posibilidades de atención; por ello, en 1969, y debido a la gran demanda por el ingreso, esta situación hizo crisis.
Al abrirse la matrícula para los nuevos cursos, la comisión coordinadora de la preparatoria diurna informó que se presentaron 1500 jóvenes egresados de las escuelas secundarias, solicitando examen de admisión, y manifestó que desafortunadamente no podrían atenderse a todos los solicitantes en virtud de que solamente se tenía cupo para 500 alumnos.
Por su parte el director de la preparatoria nocturna, el Lic. Nicandro Juárez, señaló que en circunstancias similares fue la demanda de alumnos de nuevo ingreso, lo que provocó la creación del turno nocturno en esta escuela, ya que aquellos que no tuvieron cupo en la diurna solicitaron su inscripción en la nocturna: “independientemente de la gran cantidad de empleados y trabajadores que laboran durante el día y desean ampliar sus conocimientos.”, comentó el licenciado Juárez.

Sólo con un aumento de subsidio de casi un millón de pesos anuales la escuela preparatoria diurna y nocturna Benito Juárez de la UAP podría atender las demandas educativas de los 1200 jóvenes que no alcanzaron cupo para el próximo ciclo escolar y cuyas solicitudes tuvieron que ser rechazadas. Explicó el licenciado Nicandro Juárez, durante la asamblea que se llevó acabo en el salón Barroco de la UAP, manifestó que el problema de instalaciones estaba resuelto en su totalidad.
Se necesitaban 200 maestros para integrar 20 grupos de 60 alumnos que recibirían 1924 horas clases al año. Según cálculos estimativos, esto costaría a la Universidad Autónoma de Puebla $862.800.00 anuales tomando en cuenta que un maestro recibía un sueldo de $ 22.50 por hora clase.
El aumento del presupuesto de la preparatoria de le UAP vendría a resolver este problema que día a día se agrava más por la demanda de estudios superiores. Sin embargo esto no llegó a concretarse, por lo que los estudiantes universitarios plantearon la posibilidad de crear una preparatoria popular.

Los estudiantes convocaron a una Asamblea de padres de familia y jóvenes que no tuvieron cupo en la preparatoria para exponer el proyecto de creación de la Preparatoria Popular, la idea era factible siempre y cuando los maestros prestaran sus servicios en forma gratuita, como servicio social.
Explicaron que presentarían el proyecto al Consejo Universitario, señalando que del 1 al 20 de diciembre, se abrirían las inscripciones y se cobrarían 50 pesos por matrícula.
La creación de la Preparatoria Popular no se dio en un contexto aislado sino en el marco de las luchas estudiantiles de finales de los años sesenta y principios de los setenta. La demanda insatisfecha de educación media superior y superior en el país originó las luchas de los alumnos egresados de secundarias del D.F.; del estado de México y de Puebla, que dieron lugar a la creación de las Preparatorias Populares en la Ciudad de México —Planteles de Fresno y Tacuba—, y de la Preparatoria Popular Emiliano Zapata en nuestro caso.
En Puebla la lucha por la creación de esta preparatoria no fue fácil, había que convencer a la junta administrativa que gobernaba la Universidad, pero sobre todo neutralizar a un grupo ultraderechista, el Frente Universitario Anticomunista (FUA), que estaba en contra de la apertura de la educación hacia las clases populares.
En medio de una gran confrontación con el FUA y la junta administrativa, hacia fines de 1969, se crea un comité de lucha integrado por Luis Ortega Morales, José Luis Meléndez, Silvestre Angoa Amador, Jorge Sánchez Zacarías, Alberto Montera, Jorge Méndez, Lilia Alarcón y otros, quienes presentan el proyecto de la creación de la nueva preparatoria.

Faltaban dos meses para terminar el año de 1969 cuando después de varios enfrentamientos con el FUA, los comités de lucha para la formación de la nueva preparatoria, que en su mayoría eran militantes del Partido Comunista, tomaron las instalaciones del edificio Carolino y se adueñaron del tercer patio para tomar ahí sus clases, lugar que después fue denominado las catacumbas.
El día 30 de enero de 1970 el Dr. Rolando Revilla, miembro de la junta administrativa de la UAP, expuso al Consejo Universitario la falta de salones en el edificio Carolino. Con lo que de manera tácita se reconoció la existencia de la Preparatoria Popular y de esta forma, la Nueva Preparatoria ganó espacios físicos y terreno en el ámbito político, pues consigue que el Consejo Universitario cambie su posición y apoye este proyecto.

            Para estos días, la nueva Preparatoria, mejor conocida como “La popular”, contaba ya con una planta de maestros voluntarios, con un consejero maestro que era el Lic. Federico López Huerta y como consejero alumno, el estudiante Rafael García Alcaide, sin embargo la preparatoria no estaba reconocida por el H. Consejo Universitario

Después de prolongadas discusiones y de exponer sus argumentos, el Consejo Universitario designó una comisión para estudiar el caso de la preparatoria que funcionaba sin reconocimiento oficial, integrado por el Lic. Nicandro Juárez, Lic. Juan José Barrientos, Dr. Ernesto Marín Leal, Dr. Marco Antonio Rojas, y los alumnos consejeros Alejandro Gallardo e Isaías Ramírez Mejía.
En la comisión se discuten dos propuestas: la primera consiste en integrar a la Preparatoria Popular a la Preparatoria Benito Juárez; y la otra propuesta consistió en considerar a la Preparatoria Popular como una escuela independiente.
El 12 de febrero de 1970 la comisión se inclina por la segunda propuesta, y nombra como primer coordinador de la Preparatoria Popular al pasante en derecho Alfonso Vélez Pliego.
El salón Paraninfo de la UAP se llenó de alegría y los gritos de júbilo no cabían en él cuando el escrutador iba sumando uno a uno y cada vez más los votos a favor del reconocimiento de la Preparatoria Popular, primera por sus características en el estado de Puebla, y la segunda escuela Preparatoria de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

El 13 de febrero de 1970 la Comisión Organizadora convocó a una conferencia de prensa en el salón Barroco, anunciando lo que serían sus actividades docentes y administrativas. También se señaló que la Preparatoria Popular trataría de obtener mayores ingresos oficiales para el cumplimiento de sus actividades a través del aumento de los subsidios federal y estatal, así como el mejoramiento del programa educativo que se aplicaba en ese momento en la UAP.